Razones para escribir una carta de renuncia irrevocable (sí, irrevocable, como el amor que juraste a tu ex)
Explora las razones más comunes y no tan comunes para presentar una carta de renuncia irrevocable. Desde cambios de residencia hasta esos misteriosos motivos personales, descubre cómo renunciar con estilo y mantener todos tus puentes intactos. Porque renunciar puede ser todo un arte si sabes cómo hacerlo.
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Haz click para crear la carta de renunciaLas razones para renunciar a un empleo son más numerosas que las razones por las que uno debería entrar a un gimnasio después del confinamiento. A veces, la gente siente la necesidad de hacerlo de una manera especial, haciéndolo irrevocable. Es como decir: "Esta vez es en serio". Ahora, dependiendo de tu latitud, esta carta podría no ser suficiente y tendrías que buscar medios de comunicación más antiguos que tu abuelo. ¡Sí! Me refiero a telegramas o cartas documento.
¿Por qué renunciaría alguien de forma irrevocable?
Hablar de “irrevocable” es una manera elegante de decir “no insistas”. Es como el “es no por ti, es por mí” del mundo laboral. Generalmente, la gente no sale huyendo de su trabajo de un día para otro, a menos, claro, que hayas encontrado una tarántula en tu taza de café. Pero, si estás considerando esta opción, aquí algunas “excelentes” razones:
Cambio de residencia. Porque a veces, simplemente hay que mudarse. Quizás no hay oficina cercana o, sinceramente, no quieres que te encuentren.
Cambio de empleo. Has encontrado algo mejor, y no estamos hablando solo de un salario más grande. Aunque no vamos a mentir, eso ayuda.
Razones demasiado personales. Aquellas que no quieres compartir ni con tu terapeuta.
Tiempo de jubilarte. Porque has llegado a ese punto de tu vida en el que el único trabajo que quieres es decidir qué serie ver en Netflix.
El arte de renunciar con estilo
Renunciar no es un arte, pero debería serlo. Siempre es recomendable no hacerlo en un arranque, a menos que tu jefe haya derramado café sobre tu teclado. A la hora de escribir esa carta, es vital que demuestres gratitud. No olvides agradecer la invaluable experiencia de usar el baño después de tu jefe todos los días.
Hazlo claro y conciso. Si vas a retirarte, no hace falta que hables de cómo te has sentido emocionalmente. Eso guárdatelo para tu diario. Pero sí, sé claro sobre la jubilación, que no quede duda de que es tu momento.
Consejo del día: al dejar tu empleo, asegúrate de que todos los puentes estén intactos. No porque quieras regresar, sino porque el mundo es un pañuelo y nunca sabes dónde puedes encontrar a ese jefe que te debía el café.
Si te encuentras en esta situación, ¡buena suerte! Y recuerda, siempre habrá otro empleo, y otra carta de renuncia a la vuelta de la esquina.